viernes, 30 de marzo de 2012

Estoy hasta la narices

Este país empieza a ahogarme. Con tanto salvapatrias suelto, empiezo a estar harto de tanta gente que quiere salvarme. Unos y otros, izquierdas y derechas, periodistas y sindicatos,  sólo pretender librarme de mis penas imponiendo sus ideas y dando a entender que la gran mayoría de la gente de este país somos imbéciles. Que no tenemos cultura, ni tenemos la formación suficiente para tomar nuestras propias decisiones. 

No soporto a este gobierno que nos ha mentido reiteradamente y que se ha posicionado claramente en un capitalismo pragmático e irresponsable, poniéndose con descaro del lado de los poderosos y de los que manejan la pasta. Hace unas semanas desequilibra la balanza en el mercado de trabajo, dejando sin arma alguna a los trabajadores en una situación de paro brutal, donde la única solución es echarle narices y tratar de montar una empresa propia. En estos días anuncia una subida del 7% en el recibo de la luz en base a no sé que déficit de tarifa eléctrica, cuando los beneficios de las dos principales eléctricas de este país rondan los tres mil millones de euros cada una. Parece que a punto de la quiebra no están para que haya que hacerles una ayudita de este calibre. Y hoy anuncia una amnistía fiscal para que aflore el dinero oculto y que los defraudadores salven el país. Pues ya nos están tocando las narices a los trabajadores que religiosamente y sin posibilidad de hacer otra cosa, hemos venido pagando nuestros impuestos mes tras mes, año tras año. Quizás, si no se hubiera defraudado tanto no estaríamos en esta situación que estamos. Y ahora a los sinvergüenzas que han estado defraudando, hay que amnistiarlos para que nos ayuden con el dinero robado. ¡Viva el pragmatismo! Es un excelente mensaje a los ciudadanos: Defrauda. Defrauda todo lo que puedas, que luego vendrá el gobierno a perdonarte para que le ayudes. 

No soporto a unos medios de comunicación que en vez de informar adoctrinan. En vez de dar la noticia, dan su opinión y su posición política. Como si la gente normal no tuvieramos cultura suficiente para formarnos sus propias opiniones. Cuando te levantas por la mañana ya sabes de antemano lo que va a decir cada periódico, cada televisión o cada radio. No hace falta leer ni escuchar ningún medio para saber lo que van a decir con relación a cualquier noticia. ¿Tan difícil es informar para que la gente se forme su propia opinión?. Sencillamente no lo soporto. 

Como no soporto a tanto piquete informativo de gente sin educación y sin respeto por las personas, ni la ideología de los demás. Piquetes informativos que nunca informan. Pero sí insultan, coaccionan y agreden a personas que ejercer su derecho de acudir a su trabajo mientras lo tienen. Es muy fácil vociferar a la gente cuando estás blindado en tu trabajo por una posición sindical que ampara la ley. ¿Pero quienes son estos piquetes informativos para decidir por mí lo que a mí me interesa o no? Todo para el pueblo pero sin el pueblo. Ellos deciden lo que es bueno para mí y además me obligan a aceptarlo. Qué tufillo más totalitario...

La verdad es que estoy harto, cansado. No me salvéis por favor. Soy mayor. He tenido la suerte de estudiar. Me gusta la lectura. Tengo criterio sobre las cosas y sé formarme mi propia opinión sobre lo que me interesa o no y sobre los riesgos que quiero asumir. Así que por favor, dejadme que yo decida. No necesito gobiernos salvapatrias, ni periodistas que me adoctrinen, ni piquetes que me informen.

lunes, 26 de marzo de 2012

Mali

La pasada semana se produjo un golpe de estado en Mali. Algo que, para los que vivimos en este mundo tan desarrollado, nos suena casi normal. Mali suena a Africa, a subdesarrollo, a pobreza, a hombres negros. Mali suena a lejanía. A algo muy distante a nosotros. Algo, cuya situación ni nos va ni nos viene. De hecho, para saber que tiene fronteras con Argelia, Mauritania, Guinea, Burkina Faso y algunos países más del centro de Africa, he tenido que buscar su situación en internet. 

Probablemente el hecho del golpe de estado en este país, hubiera pasado como una de tantas noticias que a veces oyes en el carrusel de los informativos de cualquier cadena de radio o televisión. Pero resulta que Mali no es un país normal para mí, ni para algunos amigos cercanos. Cuando decides someterte a un embarazo adoptivo, una de las primeras dificultades con las que te encuentras es la elección del país de tu hijo. De pronto se te abre un amplio abanico de países entre los que puedes escoger. La incertidumbre y la duda se instalan en tu barriga porque no puedes fallar. Puedes elegir los que quieras, pero cada país es un expediente diferente y cada expediente son costes y dinero. Y cada uno lleva su propia carga de preocupación. 

Mis amigos eligieron Mali. Parecía que el país no era especialmente complejo en el proceso de la adopción y que el chiquillo podría venir relativamente rápido. El golpe de estado probablemente habría frustrado este embarazo. Afortunadamente no ha sido así. La naturaleza hizo el milagro y el embarazo físico está en su sexto mes. Ojalá las parejas que eligieran Mali en su día tengan la misma suerte y su embarazo culmine con éxito.

Mali

La pasada semana se produjo un golpe de estado en Mali. Algo que, para los que vivimos en este mundo tan desarrollado, nos suena casi normal. Mali suena a Africa, a subdesarrollo, a pobreza, a hombres negros. Mali suena a lejanía. A algo muy distante a nosotros. Algo, cuya situación ni nos va ni nos viene. De hecho, para saber que tiene fronteras con Argelia, Mauritania, Guinea, Burkina Faso y algunos países más del centro de Africa, he tenido que buscar su situación en internet. 

Probablemente el hecho del golpe de estado en este país, hubiera pasado como una de tantas noticias que a veces oyes en el carrusel de los informativos de cualquier cadena de radio o televisión. Pero resulta que Mali no es un país normal para mí, ni para algunos amigos cercanos. Cuando decides someterte a un embarazo adoptivo, una de las primeras dificultades con las que te encuentras es la elección del país de tu hijo. De pronto se te abre un amplio abanico de países entre los que puedes escoger. La incertidumbre y la duda se instalan en tu barriga porque no puedes fallar. Puedes elegir los que quieras, pero cada país es un expediente diferente y cada expediente son costes y dinero. Y cada uno lleva su propia carga de preocupación. 

Mis amigos eligieron Mali. Parecía que el país no era especialmente complejo en el proceso de la adopción y que el chiquillo podría venir relativamente rápido. El golpe de estado probablemente habría frustrado este embarazo. Afortunadamente no ha sido así. La naturaleza hizo el milagro y el embarazo físico está en su sexto mes. Ojalá las parejas que eligieran Mali en su día tengan la misma suerte y su embarazo culmine con éxito.

viernes, 23 de marzo de 2012

¿Transparencia?

La verdad es que yo debo ser muy torpe, porque este planteamiento, como tantos otros de los políticos, no lo entiendo. A ver si lo he entendido. O sea, que hay que hacer una ley para que esta pléyade de señoritos que nos gobierna no contrate obras si no hay dinero. Para que cuando le llegue una factura de telefónica, no la guarde en un cajón. Para que los ciudadanos podamos conocer cuando queramos en qué gastan los fondos que nos requisan. Para que el Tribunal de cuentas no oculte las deudas de los partidos políticos. Para que los gobernantes no falseen la contabilidad de los organismos que administran. Etc, etc, etc....

¿y para esto hay que hacer una ley? Cualquier niño de la guardería sabe que si compra un caramelo tiene que pagarlo. Cualquier persona sabe que si contrata una obra, tiene que ser en base a un presupuesto, y debe abonar su importe. Cualquier empresario sabe que se la juega cuando falsea la contabilidad. Todos los ciudadanos sabemos que las facturas no se pueden guardar en un cajón porque si no, tenemos al abogado de turno amenazándonos con todas las penas del infierno si no las pagamos. Cualquier persona antes de realizar un gasto analiza cómo lo va a pagar.... ¿Y a estos señores políticos hay que hacerles una ley para que cumplan lo que cualquiera sabe que se debe de cumplir?

O sea, que aquí unos han engañado en las cuentas hasta la extenuación, gastando y gastando y gastando hasta dejar los cajones llenos de telarañas. Y los otros utilizan este engaño como excusa para subir los impuestos y ponerse de perfil para mientras tanto pasarse por la entrepierna las promesas electorales. ¡Venga ya!

¿Transparencia? No necesitamos transparencia, necesitamos gestores serios y decentes.. 

miércoles, 21 de marzo de 2012

La preocupación de mi amigo

Mi amigo acaba de llegar de un viaje. Un viaje largo, largo y está cansado. Muy cansado, pero contento. Es la segunda vez que hace ese viaje. Avión, tren, autobús, coche y... frío, muchísimo frío. Tanto frío, que el hielo lo ha tirado al suelo alguna vez. Pero ni el frío ni el hielo son el más mínimo obstáculo para hacer ese viaje tantas veces como sea necesario para saciar la codicia humana. El dinero desaparece entre los pegotes de nieve y los miedos al fracaso y a la ley te encogen el corazón en este larguísimo e injusto proceso. 

En este viaje tocaba el JUICIO. Palabra severa donde las haya. Alguien juzga si eres apto para ser padre. Si te lo mereces o no. Si eres humano y agradable o si vas a ser cariñoso con el hijo que te entreguen. Te preocupa no caer bien. Que el juez te declare inhumano e inepto para la paternidad. Te preocupa hacer un mal gesto o decir algo imprudente. Te preocupan tantas cosas.... porque te juegas cinco años de esperanza en una hora ante un juez.

Era su segundo viaje. En el primero habían conocido a su hija y ya la querían. Un viaje cargado de preocupación e incertidumbre por los temas legales. Un viaje para estar preocupado. En cambio, ni el frío, ni los kilómetros, ni el dinero, ni el juicio, eran la preocupación real de mi amigo. Lo que de verdad, de verdad le inquietaba era que su hija no lo recordara al llegar al orfanato.

Toda la preocupación se fue al traste, cuando la niña bajó corriendo las escaleras y lo abrazo.

martes, 20 de marzo de 2012

A vueltas con los bancos

A lo mejor ya me repito con esto de los bancos, pero es que tengo que contarlo porque me parece impresentable. Llama esta noche a casa una señora mayor, amiga de la familia, viuda y con una de las pensiones mínimas que se pueden cobrar en esta España, para consultarnos sobre un problema relacionado con un dinerillo (todos su ahorros) que tiene/tenía en una supermegafassión entidad financiera de este país (o quizás no de este país, sino de otro, según ellos opinan).

La cuestión es que le pusieron su dinero en un magnífico producto, TOTALMENTE SEGURO y PLENAMENTE GARANTIZADO por esa supermegafassión entidad y en el que lleva ya perdido, según le han dicho, más de millón y medio de pesetas. Y además, es un producto perpetuo, sólo se amortiza cuando lo decida la supermegafassión entidad y si el cliente quiere su dinero, tiene que acudir a bolsa, asumiendo la correspondiente pérdida. Nadie le da explicaciones. Nadie le da sus contratos. Y esta señora amiga está tremendamente preocupada. Le han hecho perder parte de sus ahorros. Los que tiene para vivir.

Y su preocupación, es indignación para mí. No se puede abusar de las personas de esta manera. No se puede abusar de la confianza de la gente diciendo lo que no es u ocultando información sobre los riesgos que se corre. ¿Dónde está la normativa de la Mifid de protección de clientes minoristas?. Las supermegafassion entidades se la saltan a la torera y luego pasa lo que pasa. Los objetivos. Los incentivos. La presión por la venta lleva al personal de estas entidades a vender lo que no deben a quien no deben. El "primero que paguen y luego que reclamen" es política habitual en muchas empresas con relación a sus clientes. Pues si es lo que quieren, habrá que reclamar. Hay que reclamarlo todo. Primero a la Supermegafassión y luego al Supervisor de turno. Al menos que les cueste el dinero contestar las reclamaciones. 

Y el Supervisor, ¿a qué se dedica?.

lunes, 19 de marzo de 2012

¿Donde están los bancos?

Esto se hace eterno. Meses y meses. Varios años ya sin un pequeño préstamo que echarse a la boca. Las empresas sufren la agonía de una muerte lenta con el crédito cerrado como si el oxígeno del aire hubiera desaparecido. Y esto se alarga y se alarga.... La falta de crédito es realmente angustiosa, tremenda, bochornosa. Proyectos viables, en otro tiempo financiados, ahora se mueren y desaparecen, sin llegar a nacer siquiera, por falta de crédito. Y mientras tanto la banca jugando a la supervivencia. La marabunta de bancos surgidos de la desaparición de las cajas, metidos en el baile de los sillones. Señores llegados de no se sabe donde, agarrados a su sillón para que nadie se lo quite. Partida de damas entre estos señores a ver quién gana la partida. Unos perderán y otros saldrán victoriosos, pero sin duda quien se está yendo al traste es este país con sus pequeñas empresas que ya no pueden aguantar más esta falta de financiación. Los banquillos están en el cortejo de la pareja. A ver quien termina en boda y con quién. Y a ver quien se va por el sumidero de la intervención engullido por la barriga sin límite de algunos de los grandes que llevan años y años esperando este festín. En esta timba de la supervivencia el largo plazo es el final de mes y en lo que menos piensan los bancos es en salvar empresas que puedan crear empleo y generar la riqueza que buena falta nos hace. 

Los banquillos en su lío de salir para adelante. Y los grandes. ¿A qué juegan los grandes? ¿Esos que presumen de solvencia, tamaño y capacidad?. ¿En qué piensa la mejor banca del mundo? Sin duda, no en dar crédito y en ayudar al tejido productivo. Desde su atalaya de riqueza están babeando ante los despojos que se le presentan por delante para ver cómo los engullen y de esta forma engordar sus balances y cuentas de resultados. 

Y en toda esta feria, las empresas agonizando. Magníficos proyectos en rentabilidad y empleo, muriendo poco a poco. Son demasiados años ya propiciados por la inoperancia de algún gobierno. Así no se puede seguir, o se abren las compuertas del crédito o tenemos que cerrar el País. 

viernes, 16 de marzo de 2012

Mizoram

Si la Real Academia de la Lengua tuviera que definir la palabra Mizoram, diría algo así como: "Dícese del sentimiento profundo que nace del alma motivado por un embarazo de varios años. Ilusión. Alegría infinita. Algo que nunca se olvida".

En realidad ¿qué es Mizoram?. Hoy me he enterado que es un estado de la India situado al noreste de la misma, entre Bangladés y Birmania donde parece que hay un orfanato en el que vive algún niño/a que, con un poco de suerte, puede terminar viniendo a vivir a España. También me he enterado que es un estado precioso. Lleno de bosques, montañas y ríos donde sus habitantes están bastante alfabetizados y que en su mayoría viven de la agricultura. La música y la danza es consustancial con su vida y la sonrisa no se borra de su boca.

La verdad es que no sé si escribir sobre el proceso de la adopción o de los sentimientos que produce porque el proceso es algo anodino y tedioso y los sentimientos algo que te mueven las entrañas. Quizás por lo difícil y complicado que ponen el proceso es por lo que los sentimientos se cuelan tan profundamente en la garganta. Es un camino largo, larguísimo, que nunca terminas de comprender. Todos los días te preguntas porqué hay que esperar años y años en conseguir parir un niño que lleva cinco años en el mundo, haciéndose mayor en lugares donde el cariño de una persona es algo que tiene que compartir con multitud de amiguitos,  igual que la cama y  los platos de comida. No lo entiendo. Hay países donde el dinero tiene que correr por las esquinas en busca de sobres con la documentación que necesitas para que te permitan tener tu hijo. Hay países en los que es una vergüenza. Y uno traga y traga con la única finalidad de llevar a buen puerto tu embarazo. 

Por eso, por todas esas dificultades, por ese ansia de conseguirlo, cuando te enteras que existe Mizoran, estallan cohetes en el cielo.

lunes, 12 de marzo de 2012

Adiós con el corazón, que con el alma no puedo

Pues sí señor. Hasta aquí he llegado. Laboralmente se entiende, claro. Después de treinta y dos años justos en mi querida empresa de toda la vida y seis meses en el sucedáneo este de banco que se ha creado, con un poco de tristeza y mucha ilusión por el tiempo que me regalan, digo Adiós a toda una vida en el sector de las Cajas de Ahorros. Un sector denostado, masacrado, injustamente vilipendiado, del que sólo se resaltan sus muchos errores y nadie se preocupa por analizar lo mucho de bueno que había en su trabajo. Nadie se para a ver los múltiples apoyos a empresas durante años, ni la ayuda a muchas personas para que mejoren su calidad de vida, ni la ingente cantidad de dinero repartida por la obra social por todos los pueblos de España, ni el trabajo realizado por muchos profesionales cercanos a la gente. Este sector, con la ayuda de su público, que antes lo aclamaba y ahora lo abuchea, ha dicho adiós a su existencia.

A lo largo de estos treinta y dos años he pasado por muchos sitios y situaciones que me han permitido crecer   profesional y personalmente. He trabajado con personas estupendas, magníficos profesionales,  y con otras que sólo me enseñaron cómo no se debía ser en la vida, pero de todas he aprendido algo. He tenido la suerte y la oportunidad de conocer muchas cosas, muchos lugares y mucha gente y mirando hacia atrás veo lo mucho que he crecido en este tiempo. He estado abajo, he llegado arriba y he vuelto a bajar  y en todas estas situaciones procuré ser una persona cercana. Recuerdo a los amigos que se fueron y animo a los que os quedáis, porque no es pequeño el reto que tenéis por delante. 

Como dice la canción, es la hora del adiós, pero adiós es una palabra que se dice en un segundo. A partir de ahí empieza el futuro. Y el futuro está cargado de oportunidades. Vamos a por ellas. 

sábado, 10 de marzo de 2012

A lo mejor hay esperanza

Cuando yo nací, España empezaba a despertar de la larga noche de la postguerra. Desde entonces han pasado muchas cosas. Quizás demasiadas. Hemos vivido crisis más o menos profundas. La crisis del petroleo, donde se acabó el precio barato de la energía. La llegada de la democracia, con inflaciones elevadas y tipos por las nubes. El estallido de la miniburbuja del 92, con  varias devaluaciones de la peseta (¡qué pena de peseta!). El pinchazo de las punto com a comienzos del nuevo siglo. Han sido muchas crisis. Tremendos altibajos, pero nada como lo que estamos viviendo. Aquí se ha desencadenado una tormenta tras otra y el mar ignoto, que presagiaba el expresidente de la CECA, no termina de estabilizarse. Nadie tiene claro cual es la mejor solución. Hay economistas que abogan por la racionalidad del control del déficit y otros suspiran por Keynes y su solución del gasto público. Para las entidades financieras, el largo plazo, es la cuenta de resultados de final de mes y lo de conceder préstamos es algo que se lee en los libros antiguos de economía. Las empresas tratan de capear el temporal reduciendo gastos y poniendo gente en la calle. Y la cola del paro, crece y crece y crece. 

En medio de esta depresión profunda, económica y anímica, este fin de semana me ha parecido ver un rayo de esperanza. El viernes pasado, la Agencia Idea organizó una reunión en el Campus de la Salud para dar a conocer el nuevo decreto de ayudas a empresas. A lo largo de la jornada varios empresarios (ahora llamados emprendedores por los progres) compartieron su idea de empresa y su experiencia de empresarios con el resto de asistentes. Fueron sólo unos casos, pero ¡¡hay empresas que funcionan!!. Hay personas que de una idea montan un negocio y luego una empresa. ¡¡Es genial!!. Ves cómo han luchado y siguen luchando por desarrollar esa idea que a lo mejor surgió tomando una cerveza.

En esa misma jornada me encontré con el Gerente de una empresa de la que casualmente y por burlas del destino soy Consejero. Me dijo que estaban a punto de conseguir un nuevo contrato que podría incrementar las ventas de la empresa más de un 20%. En plena crisis incrementan ventas e incrementan beneficios. ¡¡Es Genial!! Y el resto de la humanidad, incluido yo, pensando que el mundo se había acabado.

¿Qué hace falta para que surjan ideas?: la necesidad de que surjan. Y necesidad es lo que nos sobra ahora mismo. Estamos necesitados de hacer cosas. Estamos necesitados de buscar alternativas. Estamos necesitados de generar nuevos ingresos. Se acabaron las vacas gordas. Los tiempos de abundancia conducen a la decadencia y a la desaparición de los imperios.
Muchas empresas, con excelente visión estratégica, están dejando en el paro a gente buena. A gente muy buena en algunos casos. Personas con formación. Personas con experiencia. Personas con ideas. Y lo que es más importante, personas con NECESIDAD  de buscarse la vida. Las ideas empiezan a bullir en la cabeza y sin duda muchas darán fruto

A lo mejor, después de todo, hay esperanza

jueves, 8 de marzo de 2012

Reforma laboral: Vuelve la esclavitud

No me cabe la menor duda de que piensan que han hecho lo que tienen que hacer, pero se han pasado tres pueblos. Tampoco me cabe la menor duda de que piensan que estas medidas son necesarias y que están poniendo las bases para una activación del empleo, pero suponiendo que acierten, ¿a costa de qué?. La reforma laboral introducida por el gobierno, en mi opinión, es nefasta para los trabajadores que tienen trabajo y para los que lo consigan alguna vez. Deja todo el poder en manos del empresario y al trabajador sólo le queda asentir en todo lo que le propongan. Lo pueden trasladar sin problema. Cambiarle el horario sin su consentimiento. Bajarle el sueldo sin más explicación. Incluso, la ley se permite el lujo de dudar de la buena fe del trabajador,  permitiendo su despido si tiene la mala suerte de coger la gripe dos veces en un mes. Es una norma desequilibrada, donde una parte manda y la otra obedece y si no quiere obedecer, a la calle. Sin duda cuando la economía empiece a crecer, esta normativa favorecerá el empleo, pero ¿qué tipo de empleo?. Contratos basura, sin ningún tipo de derechos y mal remunerados. Sólo le veo una cosa buena a esta ley, puede permitir que las empresas se adapten y sobrevivan, de forma que puedan mantener algunos de sus empleos.

Me parece que es un marco laboral apto para una economía con una baja tasa de desempleo. La única arma para un buen trabajador ante presiones del empresario es irse de la empresa y buscar otro trabajo, pero eso sólo es posible si el trabajo es abundante. Con una tasa de desempleo del 25 % la única alternativa del trabajador es tragar y tragar y tragar, porque igual que la ley presupone que el trabajador es un jeta y que hay que despedirlo si está enfermo y falta al trabajo, yo presupongo que en este país, el empresario que pueda bajar el sueldo a sus trabajadores, lo va a hacer, esté o no esté justificado. Cuántos no conocemos a trabajadores que dejan perder sus vacaciones para asegurar su empleo; a trabajadores que echan jornadas interminables de trabajo sin remunerar para congraciarse con su empresa; a trabajadores que aceptan condiciones penosas de trabajo con tal de conseguir un salario. Pues después de esta reforma, mucho peor. Si como ha dicho hoy en prensa un magnífico empresario, el ideal es el espíritu de los bazares chinos, mal vamos. Espero que sea una frase sacada de contexto.

viernes, 2 de marzo de 2012

La riada

Tengo un amigo, que aunque él no lo crea, yo lo tengo por sabio, porque tiene la sabiduría de la gente sencilla. De la gente de la vida, que es la buena sabiduría. Mi amigo, cuando habla de la crisis, dice que es como una riada. Cuando llega, sólo podemos tratar de agarrarnos a lo más sólido y resistente que tengamos a mano y aún así, nadie está a salvo de que no se lo lleve por delante. Además cuando llega esa riada, el agua no se lleva a los que viven al lado del río, sino a los que pasan por allí cuando cae la tormenta.
Hoy me ha llamado mi amigo para decirme que deja el trabajo. Su empresa está en pleno proceso de reestructuración. Está echando gente y mediante el recurso al miedo, está consiguiendo que algunos empleados cierren acuerdos de salida. Estos amigos se están agarrando a lo que consideran más solido, porque no se fían de que, a corto plazo, amaine la tormenta.
Lo que yo le digo a mi amigo es que la tormenta pasará. Que la comodidad del antiguo trabajo ha anulado muchas de las capacidades que tenemos y que a partir de ahora empieza una nueva etapa.
Mucho ánimo y mucha suerte