sábado, 10 de marzo de 2012

A lo mejor hay esperanza

Cuando yo nací, España empezaba a despertar de la larga noche de la postguerra. Desde entonces han pasado muchas cosas. Quizás demasiadas. Hemos vivido crisis más o menos profundas. La crisis del petroleo, donde se acabó el precio barato de la energía. La llegada de la democracia, con inflaciones elevadas y tipos por las nubes. El estallido de la miniburbuja del 92, con  varias devaluaciones de la peseta (¡qué pena de peseta!). El pinchazo de las punto com a comienzos del nuevo siglo. Han sido muchas crisis. Tremendos altibajos, pero nada como lo que estamos viviendo. Aquí se ha desencadenado una tormenta tras otra y el mar ignoto, que presagiaba el expresidente de la CECA, no termina de estabilizarse. Nadie tiene claro cual es la mejor solución. Hay economistas que abogan por la racionalidad del control del déficit y otros suspiran por Keynes y su solución del gasto público. Para las entidades financieras, el largo plazo, es la cuenta de resultados de final de mes y lo de conceder préstamos es algo que se lee en los libros antiguos de economía. Las empresas tratan de capear el temporal reduciendo gastos y poniendo gente en la calle. Y la cola del paro, crece y crece y crece. 

En medio de esta depresión profunda, económica y anímica, este fin de semana me ha parecido ver un rayo de esperanza. El viernes pasado, la Agencia Idea organizó una reunión en el Campus de la Salud para dar a conocer el nuevo decreto de ayudas a empresas. A lo largo de la jornada varios empresarios (ahora llamados emprendedores por los progres) compartieron su idea de empresa y su experiencia de empresarios con el resto de asistentes. Fueron sólo unos casos, pero ¡¡hay empresas que funcionan!!. Hay personas que de una idea montan un negocio y luego una empresa. ¡¡Es genial!!. Ves cómo han luchado y siguen luchando por desarrollar esa idea que a lo mejor surgió tomando una cerveza.

En esa misma jornada me encontré con el Gerente de una empresa de la que casualmente y por burlas del destino soy Consejero. Me dijo que estaban a punto de conseguir un nuevo contrato que podría incrementar las ventas de la empresa más de un 20%. En plena crisis incrementan ventas e incrementan beneficios. ¡¡Es Genial!! Y el resto de la humanidad, incluido yo, pensando que el mundo se había acabado.

¿Qué hace falta para que surjan ideas?: la necesidad de que surjan. Y necesidad es lo que nos sobra ahora mismo. Estamos necesitados de hacer cosas. Estamos necesitados de buscar alternativas. Estamos necesitados de generar nuevos ingresos. Se acabaron las vacas gordas. Los tiempos de abundancia conducen a la decadencia y a la desaparición de los imperios.
Muchas empresas, con excelente visión estratégica, están dejando en el paro a gente buena. A gente muy buena en algunos casos. Personas con formación. Personas con experiencia. Personas con ideas. Y lo que es más importante, personas con NECESIDAD  de buscarse la vida. Las ideas empiezan a bullir en la cabeza y sin duda muchas darán fruto

A lo mejor, después de todo, hay esperanza