martes, 20 de marzo de 2012

A vueltas con los bancos

A lo mejor ya me repito con esto de los bancos, pero es que tengo que contarlo porque me parece impresentable. Llama esta noche a casa una señora mayor, amiga de la familia, viuda y con una de las pensiones mínimas que se pueden cobrar en esta España, para consultarnos sobre un problema relacionado con un dinerillo (todos su ahorros) que tiene/tenía en una supermegafassión entidad financiera de este país (o quizás no de este país, sino de otro, según ellos opinan).

La cuestión es que le pusieron su dinero en un magnífico producto, TOTALMENTE SEGURO y PLENAMENTE GARANTIZADO por esa supermegafassión entidad y en el que lleva ya perdido, según le han dicho, más de millón y medio de pesetas. Y además, es un producto perpetuo, sólo se amortiza cuando lo decida la supermegafassión entidad y si el cliente quiere su dinero, tiene que acudir a bolsa, asumiendo la correspondiente pérdida. Nadie le da explicaciones. Nadie le da sus contratos. Y esta señora amiga está tremendamente preocupada. Le han hecho perder parte de sus ahorros. Los que tiene para vivir.

Y su preocupación, es indignación para mí. No se puede abusar de las personas de esta manera. No se puede abusar de la confianza de la gente diciendo lo que no es u ocultando información sobre los riesgos que se corre. ¿Dónde está la normativa de la Mifid de protección de clientes minoristas?. Las supermegafassion entidades se la saltan a la torera y luego pasa lo que pasa. Los objetivos. Los incentivos. La presión por la venta lleva al personal de estas entidades a vender lo que no deben a quien no deben. El "primero que paguen y luego que reclamen" es política habitual en muchas empresas con relación a sus clientes. Pues si es lo que quieren, habrá que reclamar. Hay que reclamarlo todo. Primero a la Supermegafassión y luego al Supervisor de turno. Al menos que les cueste el dinero contestar las reclamaciones. 

Y el Supervisor, ¿a qué se dedica?.