martes, 26 de junio de 2012

"El Sarpullío"

El tiempo va demasiado rápido. Otra vez está aquí el futbol. Otra vez tenemos a la sección española en danza y otra vez empezamos a llenar las ventanas y balcones con banderas nacionales. Parece que fue ayer cuando dábamos saltos de alegría por haber ganado el mundial y ya tenemos de nuevo a la Selección prestos a jugar las semifinales de la Eurocopa. 

Qué alegría de selección Española, pero qué pena de España. Cuando paseo por la calle y veo los balcones y ventanas llenos de banderas, nunca pienso que en esa casa hay un español, sino más bien un aficionado al futbol. Nadie coloca banderas en las fiestas locales. Ni en las fiestas nacionales. Ni en una fiesta tan española y universal como el doce de octubre.  Hemos tenido que esperar treinta y cinco años de democracia para ver masivamente banderas nacionales en la calle. Y al final ha sido el futbol, bendito futbol,  el que nos ha hecho perder la vergüenza y comprar una bandera en los chinos para colocarla en el balcón.

Algún día, dentro de muchos años, igual se normalizan las cosas y terminamos de perder la vergüenza. Algún día sacaremos las banderas a la calle cuando haya que sacarlas y no sólo cuando ganemos algo en algún deporte. Algún día llamaremos a las cosas por su nombre y cuando juegue la Selección, diremos "España" y no "la Roja". Que parece que hay gente a la que le da "sarpullio" nombrar la palabra que representa la nación. 

1 comentario:

  1. Que tenemos un problema y gordo en España con la bandera constitucional, es algo claro y demostrable, aquí en nuestro país a diario.
    Además si alguien tiene alguna duda, con salir a cualquier país de nuestro entorno, digamos Portugal, Francia, etc., lo verá clarísimo. Cierta parte de los españoles, tienen aversión a nuestra bandera, pienso puede que prefieran otra y el resto a unos les da igual y otros que la aceptan y la respetan tienen en ocasiones vergüenza de manifestarlo.
    El problema, como suele ocurrir, está en esos 35 añitos que señalas en tu artículo, sin sacar la bandera al balcón, es más escondiéndola en un cajón donde no lo viéramos para no sentir un cierto no se qué. Ya se sabe cuando algo no se usa pues pasa lo que pasa.
    Está por otra parte, el acto de poner la bandera en el balcón. Está acción tan nimia desencadena en algunos españolitos la duda esa del “qué dirán” los vecinos del pueblo, del bloque de viviendas, me señalarán como un …….
    Por otra parte señalas lo de decir a la Selección Española “La Roja”, término acuñado en la etapa del gobierno de Zapatero, creo. Para mí, esta simple calificación, constituye un síntoma inequívoco del problema de fondo, en relación a los colores de nuestra bandera.
    En resumen, como diría un antiguo jefe que tuve, por cierto partidario de otros colores para la bandera, “esto no es ni más ni menos que otra ralla al tigre”. Cuando digo tigre me refiero lógicamente a nuestro país “España” y a los numerosos problemas que se nos acumulan, buena parte de ellos arrastrados por echar tierra sobre muchas de las disquisiciones surgidas desde el 1975 hasta la fecha. Estos problemas se debieron haber solucionado conforme surgían y no echando balones fuera.
    Ahora como decía mi padre “SE NOS HA VENIO EL APAREJO A LA BARRIGA”. ¿Cómo se solucionaba esto? Propongo aunque solo sea por una vez, que cada uno le pregunte a su abuelo o a su padre ó a alguien que haya vivido tiempos difíciles, si tiene suerte de tenerlo y si está todavía en condiciones.

    Saludos.

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